lunes, 14 de febrero de 2011

El lobby del tabaco en versión motín de Esquilache 2.0

Me debato entre la ternura, la indiferencia y la estupefacción para calificar el comportamiento del ya famoso individuo del Asador de Guadalmina que a modo de matagigantes se plantea darle una patada al Gobierno en el culo de la Ley Antitabaco.

He hablado con algún que otro dueño de bar que me ha confesado que tras un mes de cierto rigor en la aplicación de la medida no se nota un cambio de hábitos y sí una mejora del entorno de trabajo. Fuera de las valoraciones, lo que si se me ha pasado por la cabeza es que el tal valiente/inconsciente del asador o es "tonto integral" o debe haber hecho un salto con red.  Me refiero a que debe tener alguien que le cubra los gastos de tamaña gesta.

Me imagino que habrá encontrado una receptiva industria tabaquera en son de guerra (no será la primera vez que montan un lobby), una querenciosa cadena de televisión y muy pronto algún famosete que dé cobertura a la reivindicación. Pensándolo mejor, estoy seguro que dándole un pequeño cambio de enfoque para convertirlo en una margina minoría, incluso apostará por tener representación parlamentaria, chupar del presupuesto electoral y tratar de escalar su partido a Europa donde todavía se puede trabajar mucho menos y conseguir mucho más. Que inventiva la mía,.... que injusto que soy!!!! Si el  pobre hombre solamente defiende con una mala estrategia esos puestos de trabajo. Ahora recoge firmas en Madrid, dentro de nada tendrá una página de facebook, montará un inútil canal de twitter y aparecerá un becario de un periódico escribiendo que hay una revuelta social latente en internet gracias al revolucionario de Guadalmina.

Vamos que será casi un "Motín  de Esquilache en versión 2.0". Desde luego en eso de marear con lo accesorio y darle cobertura mediática a lo que no debería existir si somos buenos. Lo única que nos (perdón les) proecupa es que nos intervengan, la unica diferencia es que ya no serán los franceses, está vez serán los alemanes.

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