viernes, 24 de junio de 2011

miércoles, 22 de junio de 2011

Los cimientos de EU se tambalean

Debo andar despistado o quizás se me ha pasado en la lectura de prensa, pero hace algunos meses que no veo una de esas estúpidas noticias sobre la incorporación de Turquía a la UE. Y no hace tanto que ocupaba las ociosas agendas de los ilustrísimos eurodiputados con disquisiciones tipo el color predominante de la cúpula de los derechos humanos de Barceló y pagada integramente por España. De hecho lo único que se puede leer son noticias no sobre los que deberían entrar sino sobre los que no deberían haber entrado... y de este cambio solamente hace dos años. Parece un poco caprichosa, coyuntural e incluso improvisada la política exterior de la UE. Me queda muy claro que lo de la periferia de segunda velocidad, no era un mito sino una realidad fundamentada en la propia incapacidad de auto gestión que se manifiesta es problemas autonómicos, corrupción, falta de dirección y que aboca a un déficit que cada vez menos países quieren pagar.

Parece que solamente cincuenta años después los cimientos europeos se tambalean. A este ritmo a Europa terminará ganándole en política exterior y económica (si es que son dos cosas distintas) la República Independiente de Togo.

jueves, 16 de junio de 2011

Ciudades no recauchutadas

Solamente cuatro días después de no poder asitir a la fiesta de aniversario de mi promoción del master, tuve la oportunidad de hacer una ruta de shopping por París, ciudad donde curse uno de los años del mismo.

Cuando uno vuelve a una ciudad en la que ha vivido conserva ese extraño sentimiento de propiedad sobre la ciudad. A medida que paseas se intercalan flashbacks sobre tu pasado en un lugar y al mismo tiempo sobre la transformación del entorno. Miras el urbanismo, la evolución comercial, el mobiliario urbano, las nuevas atracciones y diría que hasta la jardinería ornamental. Son múltiples los detalles que recordamos incluso de manera idealizada y que la realidad y sobre todo un interesado urbanismo comercial se encarga de poner en su consumista lugar.

Pues bien mi visita de shopping a París la semana pasada me refleja una ciudad propietaria de su futuro, con control de su patrimonio. Resulta incluso ridículo decir esto porque vivimos en una sociedad acostumbrada a la cirugía plástica urbanistica, al intervencionismo urbano sin enfermedad, al medicamento placebesco para resolver problemas de estructura y equipamiento urbano que no tenemos, al burdo implante mamario de docenas de centros comerciales cada uno más hortera que el anterior. Pues es ese entorno actual, París me parece una de esos actores que si sabe envejecer, que aunque sufrió algunas intervenciones tipo Les Halles, Villete o Pompidou, su futuro sigue estando a la altura de su pasado. Otras recauchutadas ciudades igual que les pasa a recauchutados actores a los que se les fue su momento solamente pueden hablar de cuando la ciudad era verdaderamente eso una CIUDAD (con mayúsculas) y no el juguete de unos descerebrados que cometieron la torpeza de gobernarla durante algún tiempo.

Debo ser un soñador... pero bueno tambien lo dijo un idealista....siempre nos quedará París.

martes, 7 de junio de 2011

La psicologia positiva como moral para la tropa

La semana pasada acudi al Expomanagement. Un evento en el que grandes pensadores de diversas disciplinas vienen a hablar basicamente.... de sus libros. Lejos de la broma, la realidad es que vuelvo a casa cargado de papel que leer.

Ha sido este evento un colofón a muchos mensajes sobre una nueva y necesaria droga que empieza a circular por la sociedad nos están inoculando: la psicologia positiva. Me imagino que alguien se debe haber dado cuenta que se les está yendo de las manos el tema de la crisis y hay que reaccionar con mensajes que insuflen moral a la tropa.

Coincido en la esencia común de esta doctrina: "Eres el dueño de tu vida y tienes capacidad de cambiarla apoyandote en tus fortalezas". Pero contrasta tanto este mensaje con el que se ha estado recibiendo durante muchisimo tiempo que me parece que incluso a muchos directivos les resulta ajeno con caracter individual y muy necesario cuando tiene sus raices en el fondo colectivo. En tenis y en subcontratar mentalmente a otros los cambios necesarios si somo buenos.