Sabíamos como eran las guerras del siglo pasado pero parece que en las del XXI no encontramos las balas. Seguimos perdidos y acudimos atónitos a un silencioso e imparable proceso de emprobrecimiento progresivo de la economía. Me recuerda a cuando Luis Cobos orquestaba las zarzuelas... misma partitura pero pésima interpretación y resultado.
El proceso sigue siendo muy clarito se busca un país débil socialmente, se le otorgan más créditos baratos de los que puede pagar para generar una deuda que te emprobrece hasta conseguir asfixiarlo y que pida ayuda al exterior, que llegara lenta...muy lenta, hasta asegurar que su gobernante se ha equivocado una vez tras otra en prácticamente todo intentando evitar la famosa pérdida de soberanía (principalmente la suya en concreto). Una vez llegado este momento ya controlas la parte que no hacías de un país, el político se vuelve más marioneta que nunca y puedes meterle el resto de productos que no te compraban en lugar de los del bloque opuesto.
Este guión que se interpretó hasta la saciedad durante el siglo XX con América latina, medio oriente, Colonias, y demás despistados tenía una versión bélica con balas que servía igualmente para animar la industria del armamento que siempre aporta algo.
Tras la invasión y destrucción del país viene el plan Marshall de turno que tiene el mismo objetivo que el plan anterior, colocar tus productos. No se si en breve empezaremos a ver ordenadores Siemens, móviles Bosch y jamones 5Js del Lidl pero tampoco me sorprendería vamos... Lo que no queda duda es que mientras tanto laa industria del armamento sigue vendiendo, lo que no sabemos es a que plazo cobrará pero en venta no nos hemos quedado quietos. Google acaba de publicar una interesante herramienta de monitorización que muestra el volumen y evolución de dicha industria en el mundo.
No se por qué se me ha ido el ratón automáticamente a Israel... (Podeis hacer click en la imagen para jugar con la aplicación).
Creo que por ese motivo aunque miro todos los días los periódicos económicos temo encontrarme pronto la foto de Iwojima que tarde o temprano llegará porque la industria de armamento parece que no termina de creerse eso de las guerras sin balas y siguen queriendo quedarse con los euros.
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