jueves, 7 de febrero de 2008

Disparando con dardo contra la epidemia

He leído la prensa y no viene reflejado todavía pero debéis estar al tanto porque seguro que en breve aparecerá algo publicado sobre un misterioso trastorno que viene ultrapotenciando el ego.

Como absoluto convencido del potencial de aprendizaje que supone trabajar a diario con un amplio equipo de colaboradores, vengo observando los distintos estilos de liderazgo que me rodean en distintos entornos.
Muestro mi preocupación porque en los últimos tres días me he visto en la obligación de repetirme para utilizar un mismo símil (recurso retórico muy habitual en mi) para tres ejemplos parejos de lo que podríamos llamar liderazgo “dejamequeoesotambienlohagoyo”.

Presentaba esta situación:
Pensemos que una empresa es un teatro. ¿Qué papel debería tomar el líder? Puede resultar relativamente tentador el tomar el rol de empresario, de tramoyista, de jefe de escena, de guionista, seguro que se os ocurren muchas posiciones a ocupar…. pero lo que me resulta sorprendente es asumir como normal, recomendable o incluso esencial que el líder tiene que convertirse en el actor principal, la “prima donna”. ¿Sería pues ese líder el valor esencial de la compañía? O quizás es más interesante que tome el protagonismo el equipo y el verdadero líder facilite y permita simplemente que la función se desarrolle de la manera adecuada y que los acontecimientos ocurran.

Igual estoy equivocado o simplemente esto debe ser una epidemia propia de los principios de cuaresma, seguro que para muchos de estos lideres después de los cuarenta día llegarán las vacaciones de Semana Santa y rápidamente cerrarán el teatro sin pensar en “la compañía” (la de teatro no penséis mal).

2 comentarios:

  1. Enfermedad muy común entre los que han luchado por llegar a su posición actual y ahora, en un entorno altamente competitivo, si quieren seguir creciendo tienen que "arriesgarse" a pasar a un segundo plano. Un cambio de chip importante.

    Eso de "Si algo quieres que salga bien, hazlo tu mismo" tiene sus límites.

    Por si puede aportar algo a tu reflexión te aporto este artículo del WSJ, que ha llegado a mis manos por casualidad, no me quiero jactar de ser lector habitual de esa publicación, aunque eso ya lo sabes

    :-)

    Keys to Spotting a Flawed CEO -- Before It's Too Late

    http://online.wsj.com/article/SB119620217240705721.html?mod=us_business_biz_focus_hs

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