Debo andar despistado o quizás se me ha pasado en la lectura de prensa, pero hace algunos meses que no veo una de esas estúpidas noticias sobre la incorporación de Turquía a la UE. Y no hace tanto que ocupaba las ociosas agendas de los ilustrísimos eurodiputados con disquisiciones tipo el color predominante de la cúpula de los derechos humanos de Barceló y pagada integramente por España. De hecho lo único que se puede leer son noticias no sobre los que deberían entrar sino sobre los que no deberían haber entrado... y de este cambio solamente hace dos años. Parece un poco caprichosa, coyuntural e incluso improvisada la política exterior de la UE. Me queda muy claro que lo de la periferia de segunda velocidad, no era un mito sino una realidad fundamentada en la propia incapacidad de auto gestión que se manifiesta es problemas autonómicos, corrupción, falta de dirección y que aboca a un déficit que cada vez menos países quieren pagar.
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