Una noche de la semana pasada mantenía una viva conversación con algunos de mis allegados sobre muchas cosas. Hablábamos de lo justo y la justicia y llegabamos a la Ley de Memoria Histórica y el uso que se puede hacer de esta ley. Afortunadamente mis abuelos no forman parte de ninguna cuneta y no me siento capaz de valorar los sentimientos ajenos. Pero entiendo que en situaciones en las que esa memoria es importante, también lo son los gestos y no solamente los hechos. Sobre todo si son proporcionados.
Solamente unos días después recibo un correo de mi hermano que me hace llegar la respuesta a uno de esos olvidos administrativos que llevan a la desmemoria. Mi abuelo Ezequiel Sánchez Bravo participo en los difíciles años 50 y 50 en las Representaciones del Misteri d'Elx pero no aparecía en ningún documento. Para nuestra decepción en la exposición con motivo de la declaración como Patrimonio de la Humanidad de “La Festa” mi abuelo no aparecía en la lista de cantores a pesar de haber realizado multiples interpretaciones de distintos papeles. Mi hermano escribió una carta apuntando el olvido y solicitando su inclusión en el archivo. Ayer el Patronato del Misteri d'Elx comunica la recepción de dicho error y procede a documentar en su archivo la participación de mi abuelo. Todo un gesto proporcionado. No pedíamos que se repitiese la exposición, evitabamos la desmemoria. Que pena que en muchas otras cuestiones esa proporcionalidad sea tan subjetiva y controvertida.Os dejo esa sencilla carta que nos ha alegrado.
