Salgo con la sensación de una tensa y no sé si improductiva reunión de FuturElx (plan Estrategico de Elche). A medida que avanza el proceso la ilusión desbordante de los comienzos se torna en discusiones sobre matices sutiles que se ralentizan en una metodología que algunas veces nos encorseta. A pesar de eso los más jóvenes confiamos en los expertos que dieron forma a la primera edición con buenos resultados.
Dejando de un lado la necesidad de concretar conceptualmente las bases para el desarrollo de la ciudad, lo cierto es que existe la necesidad de actuar en el plano de las ideas y paralelamente en el de los hechos. Y eso es una sensación comun, más que hablar de cambiar el nombre de las cosas, hay que dedicar esfuerzos a cambiar las cosas. A propuesta del Alcalde esa ya es la siguiente fase que todos volvemos a esperar con ilusión.
Me reconforta que la conclusión final de la reunión se centrara en dos oportunos comentarios sobre la necesidad de centrar a la ciudad en el conocimiento y no tanto en los activos (que perfectamente refleja este artículo de Wharton).
Las ciudades de hoy son fruto de las elecciones, los planes de expansión y las leyes del 2005. Todo ese modelo basado en el activo y el gran proyecto (que termina convirtiendose en un elefante blanco) ha cambiado. No podemos seguir gestionando las ciudades con la mentalidad del activo cuando lo que primará será la gestión y el conocimiento.Esta es mi pequeña confidencia "diferida" a mi compañero de asiento.
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