miércoles, 14 de mayo de 2008

La regla del 20 por ciento

Edisson era un genio. Tenía una especial capacidad para reponerse de los miles de fracasos que obtuvo. No pasa nada, ahí es donde reside el verdadero ingenio en saber levantarse tras un error.

El algoritmo es claro:

Resultados = Nº oportunidades x % Eficacia

La ecuación es virtuosa. Cuanto más veces lo intentamos mayor es la probabilidad de eficacia por el efecto aprendizaje

Un ejemplo contemporáneo es Google que ha incorporado internamente la regla de dedicar el 20% del tiempo a nuevas cosas. Lo preocupante es que solamente se hable de lo cómodo o lo novedoso que son sus instalaciones de trabajo. Esas instalaciones no son un fin, son un medio para conseguir que la gente innove, que piense más creativamente y pueda aplicar sus ideas. Consideran su restaurante como un arma competitiva, un lugar donde intercambiar ideas y conseguir más implicación de sus proveedores o reactivar planes.

Otras empresas como 3M son conocidas ampliamente por el tiempo de los empleados para la generación de nuevas alternativas, estrategia que les ha reportado históricamente un gran posicionamiento y rentabilidad.

Como ocurre en el reino animal, en los momentos de crisis es más importante que nunca que las “hormigas exploradoras” hagan su papel de buscar nuevos negocios y regeneren el tejido empresarial mientras el resto de la organización mantiene el negocio base.

El único medio para mejorar esa posición es darle el poder a las personas para que puedan ser creativas y puedan desarrollar su potencial. Algo muy distinto a nuestra trayectoria nacional en innovacion. Otro cambio má pendiente en la lista.

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