jueves, 1 de julio de 2010

El Efecto Hawthorne

Creo que comencé a dar clases en MBA’s y la Universidad para recordarme a mí mismo que lo correcto no suele ser nuevo sino lo obvio. Un ejemplo de ello me viene a colación de un exitoso proyecto interno que se gesto hace un año a raíz de una discusión tras una clase sobre la motivación en el trabajo y el experimento llevado a cabo por Elton Mayo en Chicago en plena gran depresión.


El resultado de esa reflexión ha terminado viendo la luz en forma de una estructura interna para la mejora de condiciones de trabajo de todo un equipo a todos los niveles. Satisfacción rebosante en 360 grados que derivará sin lugar a dudas una mejora de la productividad. Toda una lección la del Efecto Hawthorne con casi un siglo de antigüedad.

Ahora que termina el curso y que vuelvo a replantearme el abandonar la docencia descubro que "Dar clases sirve de algo".

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