Algo malo tenía que tener mi generación. Siempre me he sentido afortunado por haberme criado jugando al escondite en la calle, haber ido en bicicleta con mis amigos a los 12 años, alcanzar por los pelos el boom de las nuevas tecnologías y haber visto el despegue económico de un país que soñaba con incorporarse a las potencias internacionales.
Pues bien lo malo de mi generación es que no disfrutaremos de la "fiesta de las pensiones" que estamos financiando.
Hace tiempo que empecé a echar dinero en la hucha de las pensiones por un mero efecto de beneficio fiscal y de incertidumbre ante el futuro. Hoy de una manera encubierta se reconoce el gordo agujero de la seguridad social mediante un necesario cambio del sistema de pensiones que me dice que tenía que haber empezado a trabajar un año antes de la edad que empecé a trabajar.
A mi ya no me da tiempo y os aseguro que no he perdido el tiempo. Habra otros que.....
No hay comentarios:
Publicar un comentario